Se considera rehabilitación energética toda aquella que esté destinada a fomentar el ahorro y la eficiencia energética de la edificación. Estas intervenciones pueden realizarse (o no) conjuntamente con otras que den prioridad a mejorar la estética, distribución, accesibilidad, etc. Y pueden realizarse a nivel individual o colectivo.
Beneficios de la rehabilitación de edificios
Rehabilitar los edificios supone una mejora notabilísima de la habitabilidad, del valor de los mismos y unos ahorros para sus propietarios y los que los habitan.
Rehabilitar los edificios es una actividad que sólo cuenta con beneficios y externalidades positivas:
– permite la incorporación de tecnologías avanzadas
– implica un ahorro en el gasto energético
– es una reducción importante en el impacto medioambiental
– genera empleo sostenible
– reduce la dependencia energética del exterior
– reduce notablemente la pobreza energética
– hay un incremento de la producción y actividad económica de la región, generando empleo local de calidad y estable.
Objetivos de la rehabilitación energética
Pero básicamente decimos que con una rehabilitación energética se consiguen 3 objetivos:
- Reducir la factura eléctrica. Ya que no necesitaremos tanta energía para tener la casa perfectamente climatizada en cualquier época del año.
- Realizar un consumo responsable de energía y producir una menor emisión de CO2. Lo que permite, además del ahorro anterior, luchar contra el cambio climático y conservar el medio ambiente y los recursos energéticos.
- Aumentar el valor y la habitabilidad de una vivienda, con la ganancia en calidad de vida y salud que implica.
De este modo, la intervención implica o bien reducir el consumo final o bien aumentar el confort de forma significativa con el mismo consumo. Cuando hablamos de confort, entramos en un concepto un tanto ambiguo que podemos cuantificar con tres indicadores: temperatura, humedad relativa y velocidad del viento.
El resultado deseable para una rehabilitación energética es que el edifico pase a ser de consumo casi nulo (NZEB Nearly Zero Emission Building), cosa que implica tener una demanda energética que sea casi cero y que esté cubierta por fuentes de energía renovables.
Cómo puedo realizar una rehabilitación energética
La rehabilitación energética consiste en la realización de reformas encaminadas a aislar la vivienda o el edificio. De esa manera, la temperatura se mantiene mejor, se pierde menos por ventanas y paredes y no es necesario tanto esfuerzo de los aparatos de climatización.
Los pasos para realizar esa rehabilitación energética son:
1. Análisis de la eficiencia energética del edificio
Lo que nos proporcionará, por un lado, su certificado energético y, por otro, las propuestas de mejora del experto que realiza la certificación.
En el informe obtendremos información sobre las posibilidades de rehabilitación energética que tendremos disponibles para cumplir con la legislación sobre el tema.
2. Valoración de la inversión
Lo que implica conocer el ahorro que obtendremos a lo largo del tiempo, comparado con la inversión necesaria que debemos hacer.
3. Aprobación de las reformas en el edificio
Con el consenso de la comunidad de vecinos, por supuesto.
4. Realización de las obras de rehabilitación energética
Que según el informe pueden ser de diversos tipos, incluyendo:
- Mejora de la fachada para aumentar el aislamiento general.
- Optimización de ventanas y balcones. Que son los principales puntos por los que escapan la energía y la climatización.
- Estudio del uso de energías renovables y limpias. Lo que puede implicar instalación de placas fotovoltaicas, colectores termosolares, etc.
- Mejora de los aparatos eléctricos. Dentro de la rehabilitación, es necesario que los electrodomésticos y equipos que empleen energía también tengan una buena certificación energética y consuman lo menos posible.
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Fuente: idae.es / eficientek.com